¿Alguna vez has visto a película Home Alone (Sólo en Casa)? El protagonista, un chico, se queda sólo en su casa mientras sus padres se van de vacaciones. Esto no es algo que sucede a menudo, pero muchos niños(as) están solos en su casa al volver de la escuela hasta que sus padres regresan.
El niño de la película experimentó muchos sentimientos al quedarse sólo. Algunas veces estaba feliz de estar sólo en su casa. Otras veces se sentía solo y extrañaba a su familia. Y otras veces, sentía miedo o se sentía aburrido.
Los niños(as) “Latchkey Kids”
¿Estás sólo(a) en tu casa al llegar de la escuela? Nadie sabe cuántos niños(as) están solos en su casa, sin la compañía de un adulto, después de la escuela, pero se estima que debe haber millones. Los niños(as) que cuidan de sí mismos en sus casas a veces se les conoce como "latchkey children" en los Estados Unidos.
Este sobrenombre tuvo su origen al principio de los años 40, durante la Segunda Guerra Mundial. Los hombres se encontraban luchando en el campo de batalla y muchas mujeres tuvieron que comenzar a trabajar en fábricas para mantener el progreso del país. Con ambos padres fuera del hogar, los niños(as) que iban a la escuela llegaban a su casa y se encontraban solos. Un niño(a) “latchkey” se colgaba las llaves de la casa de su cuello para abrir la puerta de entrada o “latch”.
Hoy en día, es común que ambos padres trabajen o que los niños(as) vivan solamente con uno de sus padres, así que una nueva generación de niños(as) permanece más tiempo sin los padres al regresar a la casa después de la escuela. Muchas escuelas ahora tienen programas especiales para después del horario escolar, pero otras no, y en algunos casos, las familias no pueden sufragar el gasto adicional.
Las reglas principales
Tu mamá o papá han decidido que eres lo suficientemente maduro como para cuidar de ti mismo al llegar de la escuela. Cada día de la semana, llegas a tu casa y ¿qué ocurre? ¡Buena pregunta! Por esta razón, necesitarás determinar algunas reglas- antes de que te encuentres sólo(a) en casa.
Algunas familias ponen las reglas por escrito y las ponen en un lugar donde todos los miembros de la familia puedan leerlas, como por ejemplo, en la puerta del refrigerador. Otras familias escriben un contrato y hacen que cada miembro lo firme como prueba que aceptan las reglas. Hay familias que leen las reglas en alto. Independientemente del método que se utilice, hay muchas preguntas que pueden surgir, como por ejemplo:
- ¿Debes llamar a tu papá o a tu mamá en cuanto llegues a tu casa?
- ¿Tus padres te permiten ver televisión, DVDs, videos, o jugar en la computadora? Si es así, ¿Durante cuánto tiempo?
- ¿Debes hacer tus deberes escolares primero que nada, incluso antes de las tareas de la casa?
- ¿Pueden venir tus amigos a visitarte a la casa? Si es así, ¿cuántos?
- ¿Qué puedes comer si quieres merendar?
- ¿Puedes salir a afuera? Si es así, ¿adónde?
- ¿Qué electrodoméstico o aparato eléctrico en la casa puedes utilizar? (microondas, computadora, etc.)
- ¿Qué tareas domesticas debes hacer y cuándo?
- ¿Deben llamarte tus padres a la casa justamente antes de que salgan de su trabajo? Por ejemplo, ¿te ayudará saber que tienes tiempo para terminar cualquier cosa pendiente en la casa antes de que ellos lleguen?
Una vez que todos hayan acordado las reglas de la casa, a ti y a tus padres puede que les parezca útil estar de acuerdo en un horario. De esa forma, tu sabrás lo que se espera de ti todos los días. Este tipo de horario puede semejar al que señalamos a continuación:
- 3:30-3:40 - Llamar a papá o a mamá.
- 3:40-4:00 - Cambio de ropa y merienda.
- 4:00-4:45 - Tarea.
- 4:45-5:30 - ¡TIEMPO LIBRE!
- 5:30 - Poner la mesa para cenar.
- 5:45 - Papá y mamá llegan a casa.
Seguro(a) en tu casa
Saber cómo permanecer seguro(a) en tu casa es tan importante como conocer las reglas de la familia. De nuevo, esto es algo que debes hablar con tus padres. Conversen sobre las medidas de seguridad de la cocina si planeas cocinar mientras estés solo(a) en la casa. Es una buena idea practicar lo que harías en caso de emergencia, en caso de que alguna vez llegue a ocurrir.
Los niños(as) que están en su casa solos puede que se preocupen de que algún extraño entre a la casa y les haga daño. La buena noticia es que es muy poco probable. Pero en cualquier caso, mantén las puertas y las ventanas cerradas. Decide con tu mamá o con tu papá qué hacer en caso de que suene el teléfono o si alguien toca la puerta. Nunca es una buena idea decirle a nadie que estarás sólo(a) en tu casa. Y si al llegar a tu casa encuentras una puerta o una ventana forzada, ni siquiera intentes asomarte para ver qué ocurre adentro. En vez, acude a la casa de un vecino en el que confíes y pide ayuda.
Otro tipo de emergencias puede surgir, como por ejemplo, tener el inodoro inundado, fuego o que uno de tus hermanos(as) se enferme o se lastime. En cualquier caso, debes saber:
- cómo discar el 911 en el teléfono.
- tu dirección y número de teléfono.
- el nombre, localización y número de teléfono donde trabajan tu papá y tu mamá.
- el nombre, número y dirección de un vecino en quien confíes.
- el nombre y la dirección de otra persona de contacto como un abuelo o un amigo de la familia.
Un poco solo(a)
Es una buena idea que hables con tu papá y tu mamá sobre cómo te sientes estando sólo(a) en casa, especialmente si te asustas con facilidad cuando te quedas sólo(a). Ellos pueden darte ideas o soluciones que te harán sentir más tranquilo. Quizás puedes llegar a casa con uno de tus amigos(as) una vez por semana o uno de tus amigos(as) puede chequear cómo estás cuando te quedes sólo(a) en casa. Algunas veces un niño(a) no está listo para estar sólo(a) en casa y es necesario hacer planes para ayudarlo(a).
Mantenerte ocupado(a) con tarea, deberes y juegos puede hacer que el tiempo que permanezcas sólo en casa se pase rápido. Pero también puede que pases tiempo sin saber qué hacer. El truco es pensar en tus opciones por adelantado. ¿Necesitas algunas ideas para comenzar? Aquí compartimos algunas:
- lee un libro o revista.
- dedícate a un hobby o prueba otra actividad que te guste.
- escucha música, canta o toca un instrumento.
- escribe una carta, un correo electrónico o llama a un amigo(a).
- escribe una historia que cuente tus aventuras mientras permanecías sólo(a) en casa—y no olvides darle un final feliz!
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