viernes, 8 de noviembre de 2013

DETERMINANTES DEL APEGO


Se cree que las madres que son más sensibles ante las necesidades de los bebés y que ajustan su conducta a los de estos, tienen mayores probabilidades de establecer una relación de apego segura. Estas madres reaccionan rápidamente a las señales que emiten sus hijos como el reclamo de comida, identificando cuando están satisfechos y respetando sus ritmos de vigilia-sueño. Ante el reclamo mediante el llanto son más eficaces en acunar o confortar en sus brazos al bebé. Son madres cariñosas, alegres y tiernas siendo así percibido por el niño. Evidentemente no sólo cómo se comporta la madre resulta vital para el vínculo. La forma en que reacciona el niño, su temperamento, es también importante en el tipo de relación que se va a establecer. No hay dos bebés iguales. En el caso de que estos sean de temperamento difícil o irritable puede favorecer en la madre o cuidador una respuesta menos adecuada y, por tanto, aumentar las probabilidades de un apego menos seguro.

Con frecuencia se ha planteado desde la psicología por qué algunas madres responden de forma más sensible a sus bebés. Una respuesta bastante válida hace referencia a los recuerdos de las madres de sus propias experiencias infantiles. Una investigación efectuada al respecto (Main y Goldwyn, 1.998) clasificaba a las madres en 3 grandes grupos. El grupo primero lo formaban las madres denominadas autónomas. Estas madres se caracterizaban por presentar una imagen objetiva y equilibrada de su infancia, siendo conscientes de las experiencias positivas y de las negativas. El segundo grupo se denominó madres preocupadas. Se caracterizaban por su tendencia a explicar de forma extensa sus primeras experiencias vitales con un tono muy emocional y, en ocasiones, confuso. Finalmente el grupo tercero lo formaban madres a las que se llamó indecisas. Estas últimas constituían un grupo que había experimentado algún trauma con la relación de apego y que aún no han resuelto. Es el caso de los niños maltratados o que han perdido alguno de los padres. 
La hipótesis que subyace en este estudio es que los recuerdos y sentimientos de las madres sobre su propia seguridad de apego se expresará en sus atenciones hacia su hijo y así influirá en su relación. Diversos estudios han verificado que estas clasificaciones son bastante predictoras de las pautas de apego que formarán con sus hijos.

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